REJUVENECIMIENTO DE LA PIEL
El ingrediente bioflavonoide de las plantas, la quercetina, se encuentra naturalmente en el vino tinto, el té, las cebollas, la col rizada, los tomates, las bayas y muchas otras frutas y verduras, con las concentraciones más altas en las hojas y la piel. Funciona como un antioxidante, un agente calmante de la piel y un ingrediente reconstituyente. Capaz de bloquear los «mastocitos», que son células inmunes fundamentales para desencadenar reacciones alérgicas, enfermedades inflamatorias y enfermedades autoinmunes, la quercetina ayuda a proteger la piel de los efectos de trastornos como la dermatitis y la fotosensibilidad. Un estudio de 2010 mostró que la quercetina era un potente activador del proteasoma. En otras palabras, ayudó a rejuvenecer las células de mediana edad o moribundas e incluso estimuló el crecimiento de nuevas células. Además de ayudar a que las células de la piel funcionen mejor, la quercetina puede disminuir las líneas finas y las arrugas y mejorar la textura y la elasticidad de la piel.